Este pasado 30 de abril nos dejó Antonio Romero después de una lucha larga y titánica por no abandonarnos.
La maldita enfermedad del olvido le hizo que no recordase cómo comer, cómo beber; pero no impidió que continuase disfrutando de la música, su gran pasión, hasta el final.
Desde aquí queremos transmitir nuestra tristeza a su mujer e hijos y les acompañamos en estos momentos.