Nos adelantamos un poco, pero hoy, 3 de enero, nos hemos comido el roscón de Reyes. Si la presentación era impresionante, comerlo ha sido un placer irrepetible.
Gracias a Luisa por su colaboración. No tiene precio.
Exactamente, en 3 minutos, durante la merienda, los dos roscones gigantes desaparecieron ante nuestros ojos.