Aquí, en este nuestro blog, no queremos publicar cosas espectaculares. Solamente queremos publicar cosas extraordinarias 😉

Muchas veces las pequeñas cosas, las más cotidianas, tienen mucho de extraordinario.

Aquí tenéis un caso que tiene mucho de extraordinario, aunque la tarea sea cotidiana.

Milagros, María y Elena pelando patatas y ajos que utilizarán los cocineros para elaborar sus platos. Trabajando pero con una sonrisa. Como tiene que ser.

Trabajadoras incansables. Trabajadoras admirables

Siempre que hay partidos importantes, se crea expectación en nuestro centro y lo vemos en pantalla grande. Porque se lo merecen. Porque nos lo merecemos.

Esta noche jugaban dos equipos de fútbol en la competición de la Champions: Barça-Manchester City: 4-0. Un triunfo para el Barça.

Pues bien, en esta ocasión nos ha querido acompañar Miguel, hijo de Paquita Barrilao. Paquita vivió feliz con nosotros unos cuatro años.

Para nosotros, que un hijo conserve un grato recuerdo de la estancia de su madre en nuestro centro, nos colma de satisfacción y de orgullo. Es nuestro triunfo.

Nos dice que lo hemos hecho bien. Hemos conseguido, mediante los cuidados diarios de todos, que un familiar conserve una imagen agradable del tiempo vivido en nuestro centro a pesar de la pérdida del ser querido.

Por eso, cuando recibimos la visita de Miguel, de Juan y Tere, de Paquita, de Marina, de Loli, de Encarna, de…muchos otros, estas visitas nos dicen que lo hacemos bien, que lo hacéis bien.