Este domingo, día 16 de octubre, prometía ser un día lleno de luz y color; pero se entristeció nada más empezar.
Antonia Ruiz no quiso despertar, y siguió durmiendo. El destino quiso que su corazón dejase de latir mientras dormía.
Antonia hacía apenas unos 15 días que había venido a vivir con nosotros. En ese corto espacio de tiempo, nos mostró el carácter alegre y positivo que tenía. Hizo buenas amistades y colaboraba en todo.
Nos ha dejado un sabor amargo por su pérdida y un grato recuerdo por haberla conocido a ella y a su familia.
Descanse en paz