Se acabó la cena y nadie pidió que se dijeran unas palabras. Nadie.
Quizá porque sabéis que la cultura de la empresa se forja día a día, acto a acto, y no a base de discursos. Sin embargo, esta vez sí, esta vez había discurso preparado para decir lo de siempre, para remachar en aquellos puntos que consideramos importantes. Y, por eso, porque lo consideramos importante y porque queremos compartir con todos lo que pensamos que es nuestra empresa, os lo adjuntamos a continuación.
Lo siento mucho, pero no os libráis.

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Hace ahora 10 años que Tres Magnolias comenzó a caminar.
Os puedo asegurar que ha sido un camino lleno de dificultades. También lleno de satisfacciones.
Las dificultades vividas en la vida son como los baches en el camino.
Debemos pasar página cuanto antes y mirar hacia adelante. Vienen más curvas, más baches. Y hay que estar preparados.
No os voy a aburrir con detalles de la historia que sólo sirven para explicar porqué estamos dónde estamos pero no adónde vamos.
No os voy a hablar de los 10 años pasados.
Tenemos que pensar en los 10 años que vendrán.
Y para afrontar lo que viene hay que seguir en la brecha.
Vosotras, vosotros, mejor que nadie sabéis que un día bueno, tranquilo en nuestro centro, no garantiza que el día siguiente lo sea.
Lo mismo ocurre con la continuidad de una empresa: el comportamiento pasado de un negocio, no garantiza su futuro.
No queda más remedio que seguir, seguir y seguir.
Y esto que podría parecer un castigo divino, agotador, insoportable, es, nada más que eso: el trabajo. Nuestro trabajo.
Tampoco os quiero cansar con comentarios que acostumbro a hacer en las reuniones anuales y sobre los que alguna me ha dicho: “Antonio, eso lo dices siempre”.
No os voy a insistir en que nuestro trabajo consiste en cuidar personas.
Ellos, su bienestar, son la razón por la que trabajamos.
Y no voy a hacerme pesado diciendo que nuestro trabajo es de detalle, no sólo de cantidad.
Que no pretendemos ser el mejor sino simplemente hacerlo bien.
Y en ese camino de hacer las cosas bien tenemos que gastar todas las energías.
No hay que ser el mejor, hay que hacerlo bien.
La primera cosa para hacer las cosas bien es tener conciencia de que tenemos que mejorar continuamente. Si te duermes, mueres.
No podemos estar satisfechos con lo que se hace hasta ahora. Mejorar lo hecho hasta ahora y si fuera necesario, darle la vuelta y hacerlo de forma totalmente diferente, si eso fuera mejor que lo que hacíamos hasta ahora.
Esa ha de ser nuestra inquietud para los próximos 10 años.
El “siempre se ha hecho así” no sirve.
El cambio, los cambios nos han de motivar, nunca asustar.
Para conseguirlo, necesitamos gente responsable, que no necesite supervisión. Y ésta ha de ser una de las características diferenciales para seguir en el negocio.
Vosotras, vosotros, el equipo de Tres Magnolias, hoy estáis trabajando de forma muy parecida a lo que ha de ser un equipo y no solo un grupo de personas.
Por eso, esta noche, he querido volver a remarcar los puntos de siempre y brindar porque se continúe en la línea que se está siguiendo últimamente. Dentro de 10 años, cuando nos volvamos a reunir para celebrar el 20ª aniversario, podamos confirmar que no estábamos equivocados.
Que seguimos intentando hacer las cosas bien.
Muchas gracias a todos
Tres Magnolias, 4 de diciembre de 2015
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