Para los que le conocemos, no fue ninguna sorpresa. El sábado por la mañana, en medio de la fiesta, Ignacio se lanzó a bailar sin complejos. A Paquita, su mujer, no le hizo mucha gracia y no lo disimuló; pero Ignacio continuó bailando como si nada. Disfrutando del momento. ¡Que le quiten lo bailao!