Este pasado domingo, repetimos experiencia. Sí, volvimos a hacer nuestra Barbacoa de Verano.
Nos sorprendimos porque la asistencia fue la mayor de todos los años pasados. Casi 150 personas. Casi 150 personas entre nuestros residentes, familiares y amigos que nos dispusimos a pasar una jornada familiar intensa. La excusa: comer. Pero realmente, lo que importa es pasar un día alegre con nuestros seres queridos y convertir la visita diaria, semanal, en una jornada de convivencia que permanecerá en algún rincón de la memoria de todos.
Fotos se hicieron muchas. Quizá no las podemos publicar todas, pero intentaremos presentaros como mínimo dos colecciones: una de ellas con vistas del ambiente general, por grupos de familias y otra colección con fotos más personales, residentes con sus familiares, primeros planos, gente guapa toda.
Muchas gracias a todos los que asistieron y muy especialmente a aquellos que se involucran y se esfuerzan para que esta jornada sea un éxito. Sé que no les gusta ser protagonistas. Por ese motivo son tan importantes.
Lisandra que sabe organizar los eventos como nadie.
Paco, el cocinero, que pone el resto en estas ocasiones.
Ignasi (el yerno de Teresa) que está siempre dispuesto a trabajar duro y con la sonrisa en la cara.
Juan (el hermano de Dolores Montilla), un trabajador duro y siempre de buen humor. Admirable.
Diego, Merche, Amparo y Pili que atendieron a los abuelos como siempre.