Ayer por la noche, celebramos una «queimada» de orujo gallego preparada por los familiares de Angelita. La noche acompañó y también lo hicieron las «chulas» que prepararon para la ocasión. (Por cierto que las que sobraron, se las han desayunado nuestros abuelos esta mañana)
El «conxuro» consistió en desearnos salud mientras bebíamos, comíamos y reíamos.
El tiempo acompañó. Hizo una noche espléndida.