Ayer disfrutamos de una salida a la playa. Sí, ¡nos atrevimos!. Y tuvimos suerte porque el tiempo acompañó y no hubo ningún incidente ni en el recorrido (puentes que aparecen de repente) ni en el tiempo que estuvimos a la sombra de las palmeras.
La excursión, sea adonde sea, es un motivo para romper la rutina diaria. La pequeña aventura que recordaremos durante un tiempo.
Es un buen motivo de disfrute, yo diría que sobre todo, para los familiares y acompañantes. Una buena oportunidad para conocernos más y compartir nuestras preocupaciones e inquietudes.
Lo cierto es que, al acabar, nos quedamos con las ganas de repetir.
Vamos a ver las caras de nuestros abueletes durante esa pequeña aventura.
Por cierto, esta mañana, era el tema de conversación entre ellos. Lo recordaban bien.
Asistieron casi 20 residentes junto con algunos familiares y personal de nuestro centro.
Después de acceder al interior del autocar…
…emprendimos el viaje rumbo a la Plaza de las Palmeras de Castelldefels
Comenzamos a buscar posiciones. La caravana de sillas
Y unos empiezan a tomar asientos a la sombra de las palmeras, como Conchi, Encarna, Pura y Josefa
Como niñas. Aquí Encarna parece estar pensando ¿Adónde me han traído estos?
Y al llegar a Tres Magnolias, hay que volver a bajar por la plataforma.
La próxima, pronto!